miércoles, agosto 23, 2006
Y ven triste que otro se muera, por todo lo que disfrutaron juntos, lo buena persona que era, ¡coño, era como tú! Ja ja ja. ¡Enhorabuena a los suicidas! Porque ellos deciden terminar con su maldita existencia. Unos tendrán buenos motivos, otros, las típicas historias de desamor, desempleo, y otras tantas razones.
Y los otros no quieren que esta gente se muera, pero a ver, si se quieren ir, ¿por qué les obligáis a quedarse? ¡Qué sociedad más estúpida! Esas normas que tienen no son muy lógicas; al individuo que nace no le preguntan antes si quiere ser creado (difícil es), pero resulta que cuando llevan cierto tiempo conviviendo con humanos no les gusta esa vida y prefieren la muerte porque es la única forma de librarse de esos seres que les rodean, ¡cuánto llorarán sus seres queridos! ¿Queridos? Ellos nunca lo sabrán.
Prefieren hablar del dinero y hacer negocio de todo, pero el dinero en sí no existe, sólo es un objeto inventado por ellos, atribuyéndole un valor que no tiene. ¡Total! ¿Para qué? Para comprar las cosas necesarias para poder seguir la cadena, los libros para estudiar, la comida para el hambriento estómago, y el resto son accesorios que ya son parte de su vida y de sus costumbres.
Prefieren hablar del dinero y hacer negocio de todo, pero el dinero en sí no existe, sólo es un objeto inventado por ellos, atribuyéndole un valor que no tiene. ¡Total! ¿Para qué? Para comprar las cosas necesarias para poder seguir la cadena, los libros para estudiar, la comida para el hambriento estómago, y el resto son accesorios que ya son parte de su vida y de sus costumbres.
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